La tarea estaba hecha. Universidad Católica había dejado a Colo Colo en la lona luego de derrotarlo por 4-2 en el estadio Monumental tras ir perdiendo 0-2. Sólo un milagro, por el nivel de uno y otro, le permitía a los albos avanzar a semifinales del Apertura 2011. Pero ese milagro estuvo lejos de suceder este domingo en el Estadio Nacional ante 15 mil personas ya que igualaron 1-1.
Si bien el estratega del “Cacique”, Américo Gallego, buscó poner un mediocampo de mejor pie que en la ida con Rodrigo Millar, Marco Medel y Cristóbal Jorquera, y así quitarle el control del balón al cuadro cruzado, ello no se tradujo en un gran volumen ofensivo, que era lo que necesitaba imperiosamente Colo Colo.
Por su parte, los pupilos de Juan Antonio Pizzi sabiendo que su rival necesitaba derrotarlos por tres goles para eliminarlos y, por eso, optaron por tomar recaudos defensivos mayores a los habituales y evitar ser sorprendidos por los albos como sucedió en los primeros veinte minutos del duelo jugado en Macul.
En esa tónica se desarrolló un sombrío el primer tiempo, donde los albos tenían la obligación de proponer vértigo, pero poco y nada lo hicieron.
Y en las pocas opciones de marcar que tuvieron, se encontraron con un seguro Cristopher Toselli para evitar que Marco Medel (6’) y Esteban Paredes (26’) pudieran poner la gota de esperanza para la hinchada colocolina.
En la segunda fracción Colo Colo tenía que quemar sus naves, no le quedaba otra opción. Pero la UC empezó a hacer lucir su galano juego de pases para evitar que el cuadro visitante pudiera ponerle presión a la última línea cruzada.
Y en gran medida lo consiguieron. Incluso fue tuvieron chances de ponerse en ventaja. Pero la falta de pulcritud en el último tramo le dio vida al equipo de Gallego, que encontró la apertura de la cuenta a través del joven Diego Rubio (72’) tras un gran taco de Paredes.
Recién tras el gol de Rubio Colo Colo se decidió a quemar todas sus chances y así alimentar su ínfima opción. Pero el campeón vigente no estaba para sorpresas y, como el jueves pasado, no se desesperó y siguió confiando en su juego.
El toque de balón cruzado finalmente produjo efecto para que volante defensivo Francisco Silva (78’) se escapara entre la defensa del “Cacique” y con un disparo cruzado derrotara al portero Juan Castillo.
De ahí en más, la justa clasificación de Universidad Católica a semifinales ya no corría ningún riesgo más allá que pudiera cambiar el resultado final, lo que no sucedió.
El pitazo final del juez Enrique Osses sólo hizo prolongar los festejos que se iniciaron hace tres días en el estadio Monumental y que le permite al cuadro universitario seguir soñando con el primer bicampeonato de su historia.
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