Parecía que el 2-0 que consiguió la Universidad Católica en la ida de la final del Torneo de Apertura había dejado medio muerta a la Universidad de Chile de Jorge Sampaoli, pues para despojar del título a la UC debía derrotarla por tres goles de diferencia este domingo, algo que jamás había sufrido el equipo de Juan Antonio Pizzi en el presente campeonato.
Pero la “U” tiene ese no sé qué, esa mística de juego ofensivo que persigue el DT y que es alentada a rabiar por sus hinchas. Con esos condimentos, el equipo universitario laico consiguió el milagro este domingo en el Estadio Nacional, jugando como visitante, y se impuso por 4-1 en un partidazo dramático, tras el cual bajaron la estrella 14 de su historia, merced a la gran actuación de Gustavo Canales, quien marcó tres goles.
La tarea era difícil, pero aún así los azules demostraron desde el inicio que nunca estuvieron muertos y que si iban a caer, iba a ser luchando hasta el final.
Es que ya a los 3 minutos de juego Eduardo Vargas, con un remate potente, le dejó en claro a Cristopher Toselli que su portería sería asediada al igual que en el primer compromiso de la definición.
Y la presión azul dio resultado a los 15 minutos, cuando Rodrigo Valenzuela le cometió una clara falta penal a Vargas cuando éste ya se aprestaba a celebrar el primero.
Pena máxima que el argentino nacionalizado chileno Gustavo Canales no tardó en transformar en gol a los 16’.
Era el inicio de un “viaje romántico” de los azules, más allá de que apareció la gran figura cruzada, Lucas Pratto, para poner el 1-1parcial a los 23’, tras un grueso error de Marcos González.
Pero la “U” es testaruda, no bajó los brazos y se puso nuevamente en ventaja a los 25’, tras un tiro libre de Charles Aránguiz que Juan Eluchans embocó en propia meta.
Los azules creían en la remontada y, más aún, luego que el juez Enrique Osses -de correcto cometido- dejara a elenco de la franja con un jugador menos, tras la expulsión de Tomás Costa a los 36’ por doble amonestación.
La meta de los azules para la segunda parte, entonces, era marcar dos tantos más y esperar que su arco se mantuviera invicta.
Con ése aliciente, los de Sampaoli salieron como verdaderos leones contra la estantería de Toselli e hicieron que sus fanáticos estallaran de alegría a los 51’, cuando Canales marcó nuevamente de penal, tras la falta que él mismo recibió de Enzo Andía un minuto antes.
¿Qué pasaba con la UC a esa altura? Fantasmas y más fantasmas. Los azules los tenían del cuello y bregaban por dar el ansiado cuarto tanto que les diera el título.
Y estaba tan dominado el cuadro católico que no extrañó que a los 56’ Canales pusiera el 4-1 que no hacía más que dar rienda suelta a la algarabía azul camino al título 14 de su historia.
¿Podía ser peor el panorama para Universidad Católica? Parecía que no, pero la expulsión de Alfonso Parot a los 66’, por una fea plancha sobre Albert Acevedo, no hizo más que facilitar el trabajo azul en lo que quedaba de partido.
Fueron minutos dramáticos los finales, pues el campeón cruzado no quería despojarse de su corona de buenas a primeras y buscó por todos los medios el gol que les daría el ansiado bicampeonato que sólo Magallanes, Colo Colo, Cobreloa y la “U” habían sido capaces de conseguir.
 |
| Gustavo Canales fue la gran figura azul en la final. |
Todo se puso más emocionante a los 79’ con la expulsión de la gran figura de la noche, Canales, por doble tarjeta amarilla, y también con el remate en el poste del ídolo de la "U", Diego Rivarola, en los descuentos.
Pero aquello sólo fue una página más de uno de los capítulos más alegres que ha vivido la Universidad de Chile, precisamente ante uno de sus clásicos rivales, para ganar su campeonato número 14 y clasificar a la Copa Libertadores 2012.
Duro castigo para una delegación cruzada que llegó al recinto ñuñoíno celebrando por anticipado con globos y serpentinas. Claro, traían la fiesta, pero ésta no estaba preparada para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario