Sufrida fue la victoria que el León atrapó anoche en Collao por 1-0 ante Puerto Montt, y no sólo por el temblor 5.8 que se dejó sentir al minuto 29 de juego, sino también porque volvió a demostrar una irritante falta de finiquito.
Pero al menos tuvo la cuota de fortuna para achuntarle una vez al arco, obteniendo con ello su primer triunfo en el octogonal de ascenso.
Esa acción bendita se produjo al minuto 8, cuando una falta sobre Nasa generó un tiro libre que ejecutó Alexis Salazar.
En el camino al arco de Carlos Espinoza, la de cuero dio en la cabeza de Patricio Almendra y descoló al portero... y también a los hinchas, que en la galucha juraron que el Manzana había anotado su cuarta pepa del año.
No fue sino hasta el término de la pichanga que el seriote árbitro Salvador Barea despejó la duda al adjudicarle el gol al Pato.
"Le pegué fuerte y sí, la pelota dio en Almendra", reconoció Salazar, quien aparte de su honestidad mostró una calidad de juego que lo transformó en el mejor valor de la mocha, no únicamente por su solidez como central, sino porque tuvo otras dos ocasiones que sí pudieron transformarse en gol suyo, por lo que se consagró como el "delantero" lila más peligroso.
"Sí, el balón chocó en mí, pero da lo mismo de quien fue el gol. Lo importante es que ganamos", afirmó Cua-Cua, quien fue de menos a más en el lance, tanto que terminó regalando lujitos antes de que Oscarito lo sacara por cansancio. Es que este Pato ya no está tierno.
Tras la solitaria pepa, el respetable nuevamente fue testigo de que los delanteros penquistas tienen la nariz atrofiada.
Esta vez el resfrío ofensivo afectó a Renzo Yáñez y David Llanos.
El crack que pertenece al acero tuvo la opción más clara para el 2-0, sin embargo, su tiro dio en el palo a los 31'.
Pero lo que el local no hizo bien en delantera lo contrarrestó con su cometido en mediocampo y defensa, donde anuló al rival.
En esa pega brilló no sólo Salazar y Almendra, sino además Alejandro Figueroa, que terminó sin chuteadores de tanto correr. También fue factor el portero Luis de Agustini, quien a los 85' tapó un cabezazo de Patricio Schwob que tenía caracho de gol.
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